Posiblemente esta técnica es más complilcada que la anterior, la aplicación con plumilla, ya que es difícil controlar dos medios como son la tinta y el agua, y utilizar para ello un pincel.
Antes de comenzar el dibujo hay que tener en cuenta los siguientes puntos:
- Por un lado el papel de dibujo ha de ser suficientemente absorbente para que no se sature de agua pronto, y hay que escoger la parte más texturada o menos en función de nuestras intenciones expresivas.
- Por otro lado, el pincel ha de ser muy suave y de cerdas naturales, la más indicada la de pelo de marta, ya que si es muy duro puede llegar a arañar la superficie del papel y a no deslizar correctamente. En definitiva, los pinceles más adecuados son los utilizados para la acuarela.
- Los vasos con agua, el plato que nos sirva de paleta y los trapos son materiales auxiliares muy importantes.
- Y por último, hay que controlar los claros, como en la acuarela, hay que preservarlos. Puedes usar un líquido enmascarador o simplemente ten cuidado, si te equivocas no hay vuelta atrás.
En fin, ten paciencia espera a que seque si necesitas que no se mezclen las pinceladas. Es posible que necesites fijar el papel a la mesa o a una tabla. No te desesperes si no te sale a la primera, esto es cuestión de disciplina, trabajo y cariño.
Escoger una de estas imágenes y dibújala, el siguiente trabajo será ya obra tuya.
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